lunes, 4 de enero de 2010

Día 4: Nikté y Teotihuacán

Hoy visité las pirámides de Teotihuacán con una pariente y su nuera extranjera; la semana pasada fui a ver Nikté con Toño y mi suegra. En ambos casos, no lo hubiera hecho de estar sola. Los dos me dejaron con un desazón y una molestia que intentaré explicar en este post.

Sí, como mexicanos tenemos una cantidad impresionante de historia y cultura(s), impresionante(s); pero tan ajeno a nosotros (mestizos urbanos clasemedieros) es Teotihuacán como el Taj Mahal; tan lejana Santa Prisca como El Escorial: nuestros monumentos son convenientes piezas de museo para lucir con visitas. Yo lo achaco a que no hemos, como nación, digerido nuestra historia.

De entrada porque no la tenemos clara, nuestras referencias provienen, mayoritariamente, de las estampitas de la escuela o por calles o billetes. Y como no sabemos quiénes fueron, qué hicieron o qué pasó, pues no podemos reflexionar y aprender, asumir y superar.

Sólo sabemos, más un año como este tan centenario, que son "nuestros", que son "buenos" y que "nos gustan" (más o menos la misma estrategia mercadotécnica-patriotera atrás de la "selección nacional") pero no conocemos nuestra historia, no nos asumimos como sus herederos sino como entenados en casa del pariente que sí sale en el testamento.

Nikté cuenta una bonita historia de la niña malcriada que debe aprender nobleza, humildad y generosidad; nada que objetar, excepto que utiliza la cultura olmeca (como pudo haber sido la maya, zapoteca o mexica) como telón de fondo para un bodrio tipo Disney, con cancioncitas simplonas y personajes dizque chuscos y bastante pesados. Hasta los "chistes" caen forzados.

Teotihuacán es impresionante hasta en su abandono. Pero nuevamente es escenografía para vendedores de folklor y niuaicheros idiotas cargándose de energía con cuarcitos de 5 a 10 pesos.

Es simplemente triste.

1 comentario:

ANTAR dijo...

Teotihuacan no existe.
Todo el complejo fue dinamitado a principios del siglo pasado por orden de Don Porfirio y vuelto a construir a la idea de algunos arquitectos.
Gaviota, ahora si lo digo en serio, Teotihuacan NO EXISTE

SALUDOS