Este post es sobre uno de esos aspectos: mi casa.
En casa de mis padres, veía toda la panoplia de rituales y requerimientos sobre las cosas y su funcionamiento que tenía mi mamá y muchas me parecían ridículas, otras inútiles y todas irritantes.
Ahora la entiendo. Y lo que es peor, hago lo mismo. Pero ahora entiendo "esa" sensación cuando las cosas están como deben estar.
Aún así me da miedo y a veces me encuentro gritándole al aire: "Márgara, salte de mi cabeza. Salte ya"
No hay comentarios:
Publicar un comentario